19 septiembre 2009

Desprecio.

Me defrauda constantemente la clase política de este país, configurada por personajillos que, lejos de ser pensadores o gestores al servicio de la comunidad, hablan pestes unos de otros, y se detienen a politizar la cultura, el arte, el deporte y todo cuanto sea susceptible de polémica.

Evaden sus deberes morales con discursos, con cortinas de palabras con las que intentan legitimar sus omisiones. Se aferran a cualquier clavo con tal de conservar ese efímero poder que la democracia les concedió en su día y que saben les será arrebatado de igual manera.

Y procuran que ese final les pille... con los bolsillos lo más llenos posible.

No encuentro al que pueda representarme, y, en general... me parecen patéticos y ridículos.

Imagen: Body Politic

5 comentarios:

Alegría dijo...

Me encanta...

ANDRÉS dijo...

Pues vótame!

Jajajaja

;)

Alegría dijo...

... sabes que cuentas con éllo... Aunque creo que serías demasiado honesto... y eso, no vale...

Un beso, bravucón, jajaja jajaja.

Candela Moreno dijo...

Mejor imposible. Felicidades por el post, yo tampoco encuentro quien me represente, y se que lo habrá mientras el ser humano busque el poder en el dinero y no en su interior, que es donde realmente reside.

Un beso enorme!

Gata Paciente dijo...

¡Bravo!

¡Ahora sólo falta salir a la calle!