
Un sueño me ha puesto ante la puerta de tu dormitorio... he mirado por debajo de ella y no parecía haber luz dentro, así que he pegado mi oreja a la puerta intentando contener mi respiración y agudizar el oído.... pero no he escuchado nada.
Entonces he tomado el pomo con mi mano. Me costaba invadir tu intimidad, pero mi subconsciente estaba tan seguro de que entrar era lo correcto que... me he dejado llevar. He abierto... estaba excitado... podía sentir como mis pupilas crecían intentando divisar algo en medio de la oscuridad que, pronto he visto, no era completa.
He podido distinguir tu silueta... en tu cama.... y me he acercado lenta y sigilosamente. Me he quedado escuchando tu respiración y contemplando el dibujo de tus cabellos sobre la almohada... Parecías un Sol radiante. Estabas durmiendo con un antifaz que me impedía verte los ojos. Puede que haya pasado varios minutos absorto, estático y meditabundo.
Me encantaba conocerte, estudiarte, aprenderte.... Ya consciente del tiempo y con algo de cansancio me he recostado a tu lado. He besado un mechón de tu cabello, que se ha quedado atrapado entre mis labios. Podía olerte perfectamente! Me encantaba tu olor.... el de tu piel... y de tus cabellos.... sin perfumes. Tal vez olía un poco también a suavizante, pero tu aroma personal es inconfundible. Mis feromonas respondían a esa llamada, inquietándome. Me gusta primitivamente como hueles.... me provoca.
Cierro los ojos concentrándome en todas las percepciones que me llegan por los sentidos... me siento tan relajado... que creo que me duermo... Si, me duermo. Y sueño.
Y un sueño me situa ante la puerta de tu cuarto...
1 comentario:
Envidio a esa mujer de tus sueños,cualquier mujer se sentiria feliz,FELICIDADES!!!!!!!!
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