03 octubre 2010
Barcelona, una ciudad sin urinarios.
A la potestad de sancionar por mear en la calle (por ejemplo), la debe acompañar la obligatoriedad de ofrecer las infraestructuras necesarias para cumplir las normas. Consecuentemente, pongan urinarios públicos y gratuitos, ¿no? Eso por no mencionar el imprescindible ejemplo que deben dar las autoridades denunciantes, naturalmente.
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