13 junio 2009

Con (tr) adicción

Llevo unos días pensando, a raíz de algo que leí en el blog de "mi Carmela", en las contradicciones. He de reconocer que me fascina lo contradictorio, me estimula y, en ocasiones, hasta emociona. Me gusta que "separado" se escriba todo junto, y que "todo junto" se escriba...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes de ir a por las "con (tr) adicciones", no puedo evitar comentar algo sobre la imagen de este post...

Me recuerda a las píldoras que Morfeo le ofrece a Neo en Matrix; y también a mi admirada actriz Jennifer Connelly, encarnando a Sara Dentro del Laberinto, ante dos puertas, una que miente y otra que dice la verdad, ninguna fiable para Sara...

Creo que la contradicción pasea por nuestras mentes, nuestras vidas, a diario, sin que nos demos cuenta la mitad (o más) de las veces...Y cuando te pillas a ti mismo/a ante una contradicción se produce un pequeño corte de circuitos en el cerebro (a mí me pasa, vaya), y te SORPRENDES a ti mismo/a. Es algo divertido.

Y eso me gusta, sorprenderse a uno/a mismo/a es curioso y poco habitual me temo.

Y mira si llego a ser tontorrona, que pensando y pensando, me doy cuenta de que según cómo, no me gustan las personas que percibo como "incoherentes".

¿Contradictorio?

¿Incoherente?


;)

ANDRÉS dijo...

Me gustan las sorpresas en mi propia mente, cada vez se suceden con menor frecuencia, diría, de modo que... bien venidas siempre!

La incoherencia de los demás ya es otra cosa, especialmente en el momento que esperas lo contrario (llamémosle la incoherencia inoportuna). Todo vale, aunque, si es lo habitual, la incoherencia ajena cansa.

Gata Paciente dijo...

(Decididamente no me gusta la incoherencia inoportuna).